sábado, 16 de octubre de 2010

Recuerdos y temores


Se miro el espejo y decidió no ser la copia sin alma de alguien más.
Y halle el vacío en mi vida, que creí que había sellado. Aún tenía un par de lágrimas estancadas en mi cuerpo y lamentablemente, necesitaba de alguien a mi lado para ser feliz, tenía que romper esa barrera de aparente dureza.
Pero estaba sola desde hace tiempo, encerrada en mis miedos y en sueños pasajeros.

Un mes oscuro, la niñez perdida, el invierno confundido, nuestras grises nubes en el gran bus. Estábamos paradas, sonriendo tranquilas, sin ninguna duda de que algo nos separaría. El bus doblo la esquina y nos perdimos entre los árboles que le daban vida a nuestro amor. Subió una pobre vendedora de dulces, con el dolor marcado en las arrugas y tu te dejaste llevar por la debilidad de mis sentimientos y me compraste gomitas, y aún recuerdo tu dulce mirada que me hacia sentir el calor del invierno y el amor de una madre.

Corríamos por calles con gente pobre pero feliz, yo estaba con la ropa que te encantaba, llegamos a tomar el bus, acabo mi recuerdo.

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