te tube entre sueños y estabas solo y triste. Me levante llorando y le dije a Dios que te cuide y que te haga feliz, le dije a Dios que me quieras, y ped{i que te perdone y al menos, en un instante, puedas sentir lo mismo que yo. Y le pedí perdón por olvidarme de él, le pedí perdón por haberte engañado aunque tu no lo sepas. Mi corazón repite tu nombre, cuidate, no te quiero ver partir.

Me mirabas sin ver en un campo de fresas, contemplabas mi angustia como mi única amiga, te perdiste en los ojos de la luna llena y llorabas por amor a lo que yo llamaba fracaso. El peso de la desesperación en tus ojos atravesaban mi alma confundida.

Era terrible la situación en la que nos encontrábamos, pero al menos su presencia me daba consuelo y fuerza para dar un paso más en ese campo de fresas que poco a poco caían y me hacían pisar la tierra.

Recuerdos y temores

Se miro el espejo y decidió no ser la copia sin alma de alguien más.

Y halle el vacío en mi vida, que creí que había sellado. Aún tenía un par de lágrimas estancadas en mi cuerpo y lamentablemente, necesitaba de alguien a mi lado para ser feliz, tenía que romper esa barrera de aparente dureza.

Pero estaba sola desde hace tiempo, encerrada en mis miedos y en sueños pasajeros.

Un mes oscuro, la niñez perdida, el invierno confundido, nuestras grises nubes en el gran bus. Estábamos paradas, sonriendo tranquilas, sin ninguna duda de que algo nos separaría. El bus doblo la esquina y nos perdimos entre los árboles que le daban vida a nuestro amor. Subió una pobre vendedora de dulces, con el dolor marcado en las arrugas y tu te dejaste llevar por la debilidad de mis sentimientos y me compraste gomitas, y aún recuerdo tu dulce mirada que me hacia sentir el calor del invierno y el amor de una madre.

Corríamos por calles con gente pobre pero feliz, yo estaba con la ropa que te encantaba, llegamos a tomar el bus, acabo mi recuerdo.

Mis ojos perforan las paredes y lloran por una razón oculta que prefiere vivir en un rincón. 

Mis ojos recuerdan los garabatos del rencor y los caprichos, 

mis ojos que alguna vez te vieron y encontraron frialdad camuflada en esa chaqueta que hoy guardas para recordarme. 

Mis ojos que son como los tuyos y con solo echarte un vistazo pueden llevarte al pasado que hoy intentas olvidar.

Donde no existió amor

Satanicemos el amor puro que nunca hubo, hay que enmarcarlo en un cuadro para recordar que nunca existió , que todo fue un juego de nuestras mentes buscando refugio. Cortemos los lazos invisibles para alejarnos totalmente y no sufrir más por algo iluso.

Brindemos por aquellos amantes que nos daban placer y nos hacían sentir culpables al mirarnos. Corramos a sus brazos y no miremos atrás, para que el dolor no nos persiga, para que el amor se de cuenta que ya no podemos engañarnos más, para que el amor ¿amor?

Rompamos el guión y la foto, la mentira enmascarada, cortemos nuestras vidas en millones de trozos y busquemos una nueva razón para no amarnos, para olvidar nuestro pasado adolorido y ojala, algún día, nos encontremos y no nos reconozcamos ni con una mirada.

las mujeres idiotas .

La historia se repetía. Ambas mujeres estaban encerradas en un abismo, intercomunicadas físicamente pero en sus mentes se podían encontrar. Ahí hallaban un refugio de sueños martirizados e inalcanzables. “La mujer de verdad: una mujer sin moral que controle su vida y la lleve por el camino equivocado, pero feliz.”- pensaban mientras se reían y veían tanta mujer temerosa siguiendo la vida que la sociedad le imponía.

En sus ojos, todo el mundo podía ver el peso de la traición y el desamor, del abandono que muchas veces se había vuelto su aliado. Ambas mujeres, tan distintas, sabían que una raíz las unía y a la vez las separaba. “El límite entre la vida y la muerte”- pensaba una mientras la otra moría y revivía en ella, en la mujer que sufre por dentro pero lo calla. Solo calla por ser mujer y porque ser mujer esta mal.

lo más sencillo del planeta es perfecto para mi

yo haré mi comentario
y escribiré en las flores
yo viajaré a la luna
y compraré un mono,
yo viviré tranquila
y aprendere a volar.


Dibujare cañones
y sembrare temblores,
dibujare mi tierra,
los límites de la libertad.
Yo cambiaré el mundo
y pararé de soñar.

Doblaré las esquinas,
me perderé en los colores
y soltaré una lagrima
solo para cantar.


Yo cruzaré las montañas
y me ahogaré en los ríos
y cuando cierre los ojos
todo será mejor.

Montaré las aves y dominaré el cielo
Te dejaré en el norte y te veré en el sur
y me perderé en tu sonrisa desequilibrada.